sábado, 5 de marzo de 2022

Cine: COLIN FARREL DICE QUE SE SINTIÓ ABSOLUTAMENTE LIBERADO E INTOCABLE MIENTRAS INTERPRETÓ AL PINGÜINO


Entre los distintos villanos clásicos del encapotado que presentó "The Batman" tuvimos al Pingüino interpretado por un actor quien ahora revela lo cómodo que se sintió en el papel, sintiéndose ayudado por el trabajo de maquillaje que hicieron en su rostro. 

Colin Farrell fue el actor encargado de interpretar a Oswald Cobblepot/El Pingüino en la película "The Batman" estrenada esta semana con unas pocas apariciones en pantalla pero cada una valiosa para el mismo film así como para su futuro. 

Ahora en una reciente entrevista Farrell ha comentado que en un principio dudó de este trabajo principalmente cuando le mostraron la máscara que usaría para interpretar al personaje a cargo del artista de maquillaje Mike Marino, pero entonces pasó a divertirse mucho durante las grabaciones. 

“Tomó su computadora y abrió la maldita cosa y me mostró la cara en un busto que Marino había cortado, y todavía era arcilla, todavía era marrón y no tenía ningún color. Y solo miré y pensé: ‘¿Ese seré yo?’. Esa fue la primera vez que supe que iba a estar totalmente sumergida bajo una gran cantidad de maquillaje”.

Nunca me había divertido tanto desenfrenadamente con algo. Fue una explosión, hombre. Me sentí algo intocable en él. Obtienes tal licencia para tener absoluta libertad de movimiento y expresión y articulación de pensamiento y sentimiento. Fue realmente genial. No tenía ni idea de lo que iba a hacer sin ese maquillaje. Y luego, cuando vi el maquillaje, todo estaba claro, la forma en que el personaje se movía, la forma en que sonaba."

Así mismo a pesar de todo sentía que ese maquillaje podría jugarle en contra a su actuación llegando a limitarlo en algunos aspectos, pero terminó siendo todo lo contrario. 

“Para mí, fue una liberación absoluta. Pensé que sería muy limitante. Realmente lo hice, pensé que estaría oprimido por esto, y fue totalmente lo contrario. Cuando la pieza se movió tan bien como se movió la pieza que fue diseñada para el Pingüino, mis cejas se movieron hacia mis mejillas y mi sonrisa, era una locura. No tenía miedo de que Colin pudiera ser visto a través de él”.

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