El murciélago de Gotham City también ha sabido caer ante las tentaciones de los estupefacientes, con una droga que luego sería más que importante para la creación de uno de sus más grandes villanos de toda la historia. Esta es la vez en que Batman sucumbió ante la droga del Venom.
La experiencia de Bruce Wayne con el Venom comenzó con una joven llamada Sissy Porter, en "Batman: Legends of the Dark Knight" #16 de 1991 de Dennis O'Neil, Trevor Von Eeden, Russell Braun, José Luis García López y Steve Oliff, donde el murciélago se esforzó por rescatar a la mencionada mujer que recientemente había sido secuestrada. Él la encuentra atada en un túnel subterráneo que rápidamente se llena de agua, y a pesar de sus mejores esfuerzos, no podía mover la roca que obstruía su camino hacia la libertad y la joven al final terminó ahogándose.
Cuando el encapotado va a darle la trágica noticia al padre de Sissy, se entera de que los secuestradores habían estado detrás de las drogas que el Dr. Porter estaba fabricando. Este hombre había inventado recientemente el Venom, que decía le daría a quienes la usen una superfuerza. Los dos son interrumpidos cuando los secuestradores llegan a la casa de Porter con armas encendidas en un intento de robar el Venom, pero Batman los logra ahuyentar, pero no puede detenerlos con éxito.
No poder salvar a Sissy y luego no detener a sus secuestradores conduce a Bruce Wayne a una espiral de depresión y desesperación, estando abrumado por sentimientos de insuficiencia y se obliga entonces a renunciar al sueño o al descanso de cualquier tipo en su obsesiva persecución de los secuestradores. Es así como los lograría rastrear hasta su hogar y los confrontó, pero falló una vez más aprovechando su estado de fatiga y los maleantes logrando vencerlo. Esta tercera derrota lo empuja al límite y regresa con el Dr. Porter en busca de algunas drogas para mejorar el rendimiento, que Porter se complace en suministrar.
Las cosas continúan fuera de control para el Caballero de la Noche a medida que se vuelve cada vez más dependiente del Venom, haciendo que vuelva con el Dr. Porter por más píldoras y allí se presentaría con el socio comercial de Porter, el general Timothy Ashton Slaycroft, y quienes le explican que están usando el Venom para desarrollar un ejército de súper soldados. Batman no se inmuta ante esto, ya que su principal preocupación es obtener más Venom. El médico y su compañero están dispuestos a proporcionar las pastillas, pero solo si el encapotado mata a su antiguo aliado, el comisionado de policía Jim Gordon. Por un momento, considera sinceramente matar a su amigo a cambio de drogas, pero afortunadamente es capaz de resistirse.
Batman logra proteger a Gordon, pero su dependencia del Venom le impide detener a Slaycroft y Porter, haciendo que este nuevo fracaso sea la llamada de atención que necesita. Con la ayuda de Alfred, Bruce se enfría de golpe durante un mes en la Cueva de los Murciélagos, emergiendo de las dolorosas retracciones como un hombre nuevo con un nuevo sentido de propósito.
Aprovechando su agudeza mental recuperada, rastrea a Porter y Slaycroft hasta la isla de Santa Prisca, donde todavía están trabajando para refinar la droga. Batman los sorprende y cierra su operación de una vez por todas, o al menos eso es lo que piensa. Pero, dos años después, en 1993 en "Batman: Vengeance of Bane" #1 de Chuck Dixon, Graham Nolan, Eduardo Barreto y Adrienne Roy, el flagelo que es Venom regresa a Santa Prisca y al Universo DC cuando se usa para crear Bane.
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